Conocimiento sobre vinos 2016-04-30 13:44:15
Temas Las variables en este caso fueron la calidad del vino y las preferencias de los sujetos. ¿Qué respuestas se obtuvieron? En todos los casos, la campaña publicitaria simulada no afectó la opinión de los expertos, mientras que sí influyó en la de los novatos. ¿Cuánto influye nuestro conocimiento sobre vinos al degustar un vino específico? ¿Qué valor tiene el nombre de un vino? La primera pregunta es posible de contestar, la segunda seguramente sería muy costosa. ¿Cómo abordar la primera pregunta? Se reunieron consumidores expertos, moderadamente informados y principiantes, y se les mostró una campaña de publicidad simulada para un vino en particular, un Zinfandel o Primitivo.Los esfuerzos fallidos de México contra la corrupción 2016-04-30 06:15:00
Solamente el 1.5% de los casos de corrupción interpuestos en México terminan sentenciados. En Singapur, en cambio, las cifras alcanzan el 80%.
¿Fue Marx antisemita? - Karl Marx y su ensayo "Sobre la cuestión judía".- La identificación marxista de judaísmo y capitalismo 2016-04-29 20:49:00
http://goo.gl/LX5kakKarl Marx
Sobre la cuestión judía es el título de un ensayo crítico escrito por Marx en el otoño septentrional de 1843 y publicado en la única edición de los Anales Franco-Alemanes, en febrero de 1844. Fue redactado como comentario a dos estudios de Bruno Bauer sobre lo que en ese tiempo se denominó la cuestión judía, es decir el reconocimiento por los diferentes estados alemanes de los derechos civiles de los judíos residentes en ellos.
El artículo de Marx tiene dos secciones. En la primera de ellas, el autor discute la cuestión judía asociándola a la crítica de la política; en la segunda parte, el pensador alemán vincula el tratamiento del tema a la crítica de la economía, a la que denomina comercio usando la terminología de la época. Años después de haber publicado Sobre la cuestión judía, Marx ya no usaría dicho término; lo reemplazaría con el concepto capitalismo.
En clara diferenciación con otros filósofos, Marx identificó el judaísmo con el capitalismo. Basando su raciocinio en el enfoque materialista de la historia, afirmó que a pesar de constituir minoría numérica, los judíos detentaban un poder político determinante en las sociedades en las que residían debido a su rol como comerciantes y financistas.
Marx describió el proceso por el cual la racionalidad judía –es decir, la racionalidad capitalista– se extiende a toda la sociedad burguesa. Los estados caen bajo la influencia de plutocracias judías debido a la necesidad de contar con su apoyo financiero y comercial. Frente a esta situación, propone que la sociedad se emancipe del judaísmo. Por supuesto, entiende dicha independencia como sinónimo de la liberación de la sociedad con respecto al capitalismo.
Sobre la cuestión judía pone sobre el tapete la actitud personal de Marx frente al judaísmo. Si bien es cierto que en su familia abundaron los rabinos y que su padre profesó inicialmente el judaísmo, debe tenerse en cuenta que abrazó el cristianismo protestante años antes del nacimiento del pensador socialista. En lo que toca a Marx, éste criticó duramente a la religión en general, a la que consideraba como el opio del pueblo. Nunca se identificó con religión alguna y es evidente que buscó desvincularse de los antecedentes judíos de la familia. La lectura del artículo permite confirmar que Marx nunca fue ni se sintió judío, ni se identificó, ni fue influenciado por la cultura o ideología judaicas. En otras palabras, nunca se sintió capitalista ni pensó burguesamente.
El documento es considerado por algunos como una confirmación de un supuesto antisemitismo de Marx. Nada más contrario al reconocido humanismo del autor. Baste al respecto recordar que en La Sagrada Familia, Marx propuso evaluar el nivel de modernidad de los estados el siglo XIX usando como unidad de medida el grado existente de emancipación de los judíos, es decir el grado de reconocimiento de sus derechos políticos.
La traducción que presentamos fue preparada por César Vásquez a partir de la edición en inglés.
SOBRE LA CUESTIÓN JUDÍAKarl Marx
II
Bruno Bauer, La capacidad de los judíos y cristianos actuales de llegar a ser libres (1)
Es de esta manera que Bauer estudia la relación entre las religiones judía y cristiana, así como la relación de estas con la crítica moderna. Esta última es su relación con "la capacidad de llegar a ser libres".
Bauer llega a la siguiente conclusión: "El cristiano sólo necesita levantarse un grado, para levantarse sobre su religión, con el fin de abolir la religión en general", y de esta manera llegar a ser libre. "El judío, por el contrario, tiene que romper no sólo con su naturaleza judía, sino también con el proceso hacia la consumación de su religión, un proceso que se ha mantenido ajeno a él." (2)
De esta manera, Bauer transforma el problema de la emancipación judía en una cuestión puramente religiosa. La duda teológica acerca de quién tiene la mejor posibilidad de alcanzar la salvación, si el judío o el cristiano, se repite aquí bajo una forma más esclarecida: ¿cuál de los dos es más capaz de emanciparse? La pregunta ya no es, ciertamente: ¿hace el judaísmo o el cristianismo libre al hombre? Por el contrario, ahora se pregunta: ¿qué es lo que hace libre al hombre, la negación del judaísmo o la negación del cristianismo?
"Si desean llegar a ser libres, los judíos no deben abrazar el cristianismo como tal, sino el cristianismo en disolución, la religión en disolución, es decir, la Ilustración, la crítica y su resultado, la humanidad libre." (3)
Por consiguiente, es un asunto de los judíos profesando algún tipo de fe; ya no el cristianismo como tal, sino el cristianismo en disolución.
Bauer pide a los judíos romper con la esencia de la religión cristiana, exigencia que, sin embargo, como él mismo admite, no brota del desarrollo de la naturaleza judía.
Desde el momento que Bauer, al final de su Cuestión judía, percibió en el judaísmo sólo una crítica religiosa cruda al cristianismo, y, por tanto, sólo le atribuyó una significación religiosa, era de esperarse que también transformaría la emancipación de los judíos en un acto filosófico-teológico.
Bauer concibe el ideal y la esencia abstracta del judío –su religión– como la totalidad de su naturaleza. De aquí que concluya, con razón: "En nada contribuye el judío a la humanidad cuando deja de lado su propia ley limitada", cuando renuncia a todo su judaísmo. (4)
Por tanto, la relación entre judíos y cristianos es la siguiente: el único interés del cristiano en la emancipación del judío es un interés general humano y teórico. El judaísmo es un fenómeno que ofende la visión religiosa del cristiano. Tan pronto como la visión cristiana deja de ser religiosa, el fenómeno deja de ofenderlo. Por consiguiente, la emancipación del judío no es, de por sí, una tarea que corresponda realizar al cristiano.
Por el contrario, si el judío desea emanciparse a sí mismo no sólo tiene que acometer su propia tarea, sino además la tarea del cristiano, la "crítica de los evangelios", la de la "vida de Jesús", etc. (5)
"Ellos mismos deben arreglar sus asuntos; ellos decidirán su propio destino. Sin embargo, la historia no permite que nadie se burle de ella." (6)
Intentaremos escapar de la formulación teológica del problema. Para nosotros, la pregunta concerniente a la capacidad del judío para emanciparse se transforma en otra interrogante: ¿qué elemento social específico es necesario superar para abolir el judaísmo? La capacidad del judío actual para emanciparse a sí mismo expresa la relación del judaísmo con el mundo contemporáneo. La relación se desprende necesariamente de la situación particular del judaísmo en el mundo esclavizado de nuestros días.
Consideremos al judío real: no al judío del sábado, sobre el que trata Bauer, sino al judío común y corriente.
No busquemos el secreto del judío en su religión; busquemos el secreto de la religión en el judío real.
¿Cuál es la base profana del judaísmo? La necesidad práctica, el interés personal. ¿Cuál es el culto terrenal del judío? El comercio. ¿Cuál es su dios terrenal? El dinero.
Pues bien, al emanciparse a sí misma del comercio y el dinero y, de esta manera, del judaísmo real y práctico, nuestra era se estaría emancipando a sí misma.
Una organización de la sociedad que aboliera las precondiciones y de esta manera la misma posibilidad del comercio, haría al judío imposible. Su conciencia religiosa se evaporaría como vapor insípido en el aire real y vivificador de la sociedad. De otro lado, cuando el judío reconoce que su naturaleza práctica como no es válida y se esfuerza por abolirla, comienza a desviarse de su anterior senda de desarrollo, trabaja por la emancipación humana general y pasa a oponerse a la expresión suprema práctica de la alienación humana.
Por consiguiente, distinguimos en el judaísmo un elemento antisocial universal, propio de los tiempos actuales, cuyo desarrollo histórico, celosamente ayudado por los judíos en sus aspectos más dañinos, ha alcanzado su punto culminante, punto a partir del cual, necesariamente, tendrá que comenzar a desintegrarse.
En última instancia, la emancipación de los judíos es la emancipación de la humanidad del judaísmo.
El judío ya se ha emancipado a sí mismo a la manera judía. "El judío, que es meramente tolerado en Viena, por ejemplo, determina con su poder financiero el destino de todo el imperio. El judío, que puede carecer enteramente de derechos en el estado alemán más insignificante, decide el destino de Europa. Mientras las corporaciones y los gremios excluyen al judío o, en el mejor de los casos, lo observan con desprecio, la audacia de la industria se ríe de la obstinación de las instituciones medievales." (7)
Ésta no es una instancia aislada. El judío se ha emancipado a sí mismo a la manera judía, no sólo al adquirir el poder del dinero sino porque el dinero se ha convertido en un poder mundial, a través de él y también aparte de él, al tiempo que el espíritu práctico judío se ha convertido en el espíritu práctico de las naciones cristianas. Los judíos se han emancipado a sí mismos en la medida en que los cristianos se han convertido en judíos.
Así, por ejemplo, el capitán Hamilton informa que el devoto y políticamente libre habitante de Nueva Inglaterra es una especie de Laocoonte, que no hace el menor esfuerzo para librarse de las serpientes que lo estrangulan. Su ídolo es Mammón, al que adora no solamente con sus labios, sino con todas las fuerzas de su cuerpo y de su mente. Ante sus ojos, el mundo no es más que una inmensa bolsa de valores, y está convencido que no tiene otro destino terrenal que el llegar a ser más rico que su vecino. El comercio se ha apoderado de todos sus pensamientos y su única diversión es la de intercambiar objetos. Cuando viaja, por así decirlo, lleva a la espalda sus mercancías y su mostrador y sólo habla de intereses y utilidades. Si por un momento aparta la mirada de su propio negocio, lo hace sólo para inmiscuirse en los negocios de sus competidores. (8)
De hecho, en Norteamérica la dominación efectiva del mundo cristiano por el judaísmo llega a manifestarse en forma común y no ambigua. La prédica de los Evangelios, en sí misma, la prédica cristiana, se ha convertido en artículo de comercio, y el comerciante en bancarrota en la iglesia se comporta como el próspero clérigo en los negocios. "Este hombre a quien usted ve a la cabeza de una congregación respetable comenzó como comerciante; habiendo fracasado su negocio se convirtió en ministro de la iglesia. Este otro comenzó como clérigo, pero tan pronto como tuvo acumulado algún dinero abandonó el púlpito por el comercio. Para muchos, el ministerio religioso es una verdadera carrera." (9)
De acuerdo con Bauer, es "una situación hipócrita cuando, en teoría, se le niega al judío los derechos políticos, cuando en la práctica ostenta un inmenso poder y ejercita a escala mayorista una influencia política que le es denegada en asuntos menores." (10)
La contradicción existente entre el poder político efectivo del judío y sus derechos políticos, es la contradicción entre la política y el poder del dinero en general. En principio, la política es superior al poder del dinero pero en la práctica ha devenido su garante.
El judaísmo se ha mantenido a sí mismo, junto al cristianismo, no sólo debido a que constituyó la crítica religiosa de éste y personificó la duda concerniente a los origen religiosos del cristianismo, sino también porque el espíritu práctico del judío –el judaísmo o comercio (11)– se ha perpetuado a sí mismo en la sociedad cristiana e, inclusive, ha alcanzado allí su desarrollo más elevado. El judío, que ocupa un lugar distinguido en la sociedad burguesa, sólo manifiesta de manera nítida el judaísmo de la sociedad burguesa.
El judaísmo se ha conservado no a pesar de la historia sino debido a la historia.
Es de sus propias entrañas que la sociedad burguesa, incesantemente, engendra al judío.
¿Cuál era, de por sí, el fundamento de la religión judía? La necesidad práctica, el egoísmo.
El monoteísmo del judío es, en realidad, un politeísmo de las numerosas necesidades del hombre, un politeísmo que convierte incluso al excusado en objeto de la regulación divina. La necesidad práctica, el egoísmo, es el principio de la sociedad burguesa y se manifiesta como tal en toda su pureza tan pronto como la sociedad burguesa engendra totalmente el estado político. El dinero es el dios de la necesidad práctica y del egoísmo.
El dinero es el dios celoso de Israel, al lado del cual no puede existir ningún otro dios. El dinero humilla a todos los dioses de la humanidad y los convierte en mercancías. El dinero es el valor universal y autosuficiente de todas las cosas. Por tanto, ha despojado al mundo entero, tanto al mundo de los hombres como a la naturaleza, de su propio y apropiado valor. El dinero es la esencia alienada del trabajo y de la existencia humana. Esta esencia domina al hombre y el hombre le rinde culto.
El dios de los judíos se ha secularizado, se ha convertido en el dios de este mundo. La letra de cambio es el dios real del judío. Su dios es sólo una letra de cambio ilusoria.
Bajo el imperio de la propiedad privada y del dinero, el modo de percibir la naturaleza es el desprecio real y la degradación práctica de la naturaleza, que ciertamente existe en la religión judía, pero sólo como criatura de la imaginación.
Es en este sentido que Thomas Münzer declara como intolerable "que cada criatura deba ser transformada en propiedad –los peces en el agua, los pájaros en el aire, las plantas de la tierra–. También la criatura debe llegar a ser libre." (12)
Lo que se encuentra contenido de un modo abstracto en la religión judía –el desprecio de la teoría, del arte, de la historia y del hombre como fin en sí mismo– es el punto de vista real, consciente, y la virtud del hombre adinerado. Incluso la relación misma entre los sexos, la relación entre hombre y mujer, se convierte en objeto de comercio. La mujer se trafica.
La nacionalidad quimérica del judío es la nacionalidad del comerciante y, sobretodo, la del financista.
La ley del judío, carente de fundamento o razón, es sólo la caricatura religiosa de la moralidad y del derecho en general, carente a su vez de fundamento o razón. Son los ritos puramente formales de los que se rodea el mundo del interés personal.
Nuevamente aquí la condición suprema del hombre es su status legal, su relación con leyes que no rigen para él porque sean leyes de su propia voluntad y naturaleza, sino porque son dominantes y porque cualquier infracción a ellas será vindicada.
El jesuitismo judío, ese mismo jesuitismo práctico que Bauer descubre en el Talmud, es la relación del mundo del interés personal con las leyes que gobiernan ese mundo, leyes a cuya elusión el mundo dedica sus artes principales.
De hecho, dentro de su estructura de leyes, la operación de este mundo es imposible sin el continuo sobreseimiento de la ley.
Como religión, de manera teórica, el judaísmo no pudo desarrollarse más debido a que, por su propia naturaleza, la concepción del mundo de la necesidad práctica está circunscrita, y la delineación de sus características se completa prontamente.
La religión de la necesidad práctica no puede, por su propia naturaleza, encontrar su consumación en la teoría sino solamente en la práctica, precisamente porque la práctica es su verdad.
El judaísmo no podía crear un mundo nuevo. Sólo podía incorporar las nuevas creaciones y condiciones del mundo dentro de su propia esfera de actividad, porque la necesidad práctica, cuyo espíritu es el interés personal, siempre es pasiva, no puede expandirse a voluntad. Se encuentra a sí misma extendida como resultado del desarrollo continuo de la sociedad.
El judaísmo llega a su apogeo con la perfección de la sociedad burguesa; pero la sociedad burguesa sólo alcanza la perfección en el mundo cristiano. Sólo bajo la égida del cristianismo, que convierte en objetos todas las relaciones nacionales, naturales, morales y teóricas, puede la sociedad burguesa separarse completamente de la vida del estado, cortar todos los vínculos de la especie humana, suplantar dichos vínculos con el egoísmo y la necesidad egoísta, y disolver el mundo de los hombres convirtiéndolo en un mundo de individuos atomizados y antagónicos.
El cristianismo surgió del judaísmo. Actualmente ha sido reabsorbido en el judaísmo.
Desde el inicio, el cristiano fue el judío teorizante; consecuentemente, el judío es el cristiano práctico. Y, nuevamente, el cristiano práctico se ha vuelto judío.
Sólo fue en apariencia que el cristianismo superó al judaísmo real. Eliminar la crudeza de la necesidad práctica era algo demasiado refinado, demasiado espiritual, a no ser que se le elevara al reino etéreo.
El cristianismo es el pensamiento sublime del judaísmo; el judaísmo es la aplicación práctica vulgar del cristianismo. Pero esta aplicación práctica sólo podía llegar a ser universal una vez que el cristianismo como religión perfeccionada hubiera logrado, de manera teórica, la alienación del hombre de sí mismo y de la naturaleza.
Sólo entonces pudo el judaísmo imponer su dominio universal y pudo convertir al hombre alienado y a la naturaleza alienada en objetos alienables, susceptibles de venta, esclavizados a la necesidad egoísta y al comercio.
La objetivación es la práctica de la alienación. Así como el hombre, mientras permanece sujeto a la religión, sólo puede objetivar su esencia en un ser fantástico y ajeno a él, así también bajo el imperio de la necesidad egoísta sólo puede afirmarse a sí mismo y producir objetos en la práctica, subordinando sus productos y su propia actividad a la dominación de un ser ajeno, y atribuyéndoles a ellos la significación de una entidad ajena, a saber, el dinero.
En su práctica perfeccionada, el egoísmo espiritual del cristianismo se convierte necesariamente en el egoísmo material del judío, la necesidad celestial se transmuta en necesidad terrenal, el subjetivismo en interés personal. La tenacidad del judío debe explicarse no por su religión, sino por el fundamento humano de su religión que es la necesidad práctica y el egoísmo.
Es debido a que la esencia del judío fue realizada y secularizada universalmente en la sociedad burguesa, que la sociedad burguesa no ha podido convencer al judío de la irrealidad de su esencia religiosa, que es, precisamente, la representación ideal de la necesidad práctica. Por consiguiente, no es sólo en el Pentateuco y en el Talmud, sino en la sociedad contemporánea donde encontramos la esencia del judío de hoy; no como esencia abstracta, sino como un ser supremamente empírico; no sólo como una limitación del judío, sino como la estrechez judía de la sociedad.
Tan pronto la sociedad logra abolir la esencia empírica del judaísmo –es decir, el comercio y sus condiciones– el judío deviene imposible debido a que su conciencia carece ya de objeto. La base subjetiva del judaísmo –la necesidad práctica– asume una forma humana y se habrá abolido el conflicto entre la existencia individual y sensible del hombre y su existencia como género humano.
La emancipación social del judío es la emancipación de la sociedad del judaísmo.
Notas
(1) Die Fähigkeit der heutigen Juden und Christen frei zu werden. [En Einundswanzig Bogen aus der Schweiz (Ed. G. Herwegh), pp 56-71. – Marx]
(2) Loc. cit., p. 71. [Marx]
(3) Íbid, p. 70. [Marx]
(4) Loc. cit., p. 65. [Marx]
(5) Marx se refiere aquí a Bruno Bauer, Kritik der evangelischen Geschichte der Synoptiker, Vol. III, Braunschweig, 1842, y a David Friedrich Strauss, Das Leben Jesu, 2 vols., Tübingen, 1835-36. Preparada por Marian Evans (George Eliot), existe traducción al inglés del libro de Strauss. Fue publicada en 1846 con el título Life of Jesus Critically Examined.
(6) Bruno Bauer, Die Fähigkeit der heutigen Juden und Christen frei zu werden, p. 71. [Marx
(7) Bruno Bauer, Die Judenfrage, p. 14. [Braunschweig, 1843. – Marx]
(8) Thomas Hamilton, Men and Manners in North America, Edinburgo, 1833, 2 vols. [Marx]. Marx toma la cita de la traducción alemana, Mannheim 1834, I, p.213. Marx parafrasea este pasaje.
(9) Gustave de Beaumont, Marie ou l'esclavage aux États-Unis, Bruselas, 1833, 2 vols. II. p. 179. [Marx] Marx se refiere a otra edición, París, 1835.
(10) Bruno Bauer, Die Judenfrage, p. 14. [Marx]
(11) En el uso del idioma de ese tiempo, el término alemán Judentum tiene el significado secundario de comercio. En este y otros pasajes Marx explota los dos significados de la palabra.
(12) Citado del panfleto de Thomas Münzer contra Lutero, Hochverrusachte Schutzrede und Antwort wider das geistlose, sanftlebende Fleisch zu Wittenberg, welches mit verkehrter Weise durch den Diebstahl der heiligen Schrift die erbärmliche Christenheit also ganz jammerlich besudelt hat (p. B. iii. 1524.) [Marx]
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¿QUE PROPONEN LOS CANDIDATOS PRESIDENCIALES SOBRE JUSTICIA? 2016-04-28 14:26:08
(La justicia ausente del debate electoral. Foto: Andina)
Todos nos quejamos del sistema de justicia. La demora en los juicios en el Poder Judicial, procesos que nunca debieron iniciarse, casos que quedan impunes, corrupción en magistrados y personal administrativo. Y claro, si esperamos a que el sistema se autoreforme, nada de lo antes descrito va a cambiar.
De allí que sea importante que los candidatos presidenciales se enfoquen en este tema. Chequeamos los planes de gobierno de Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. Esto fue lo que encontramos.
(En algunos temas, los dos postulantes coinciden. Foto: Latina)
LAS COINCIDENCIAS
Ambos plantean una Procuraduría General de la República: Aunque PPK le da más detalle. Indica que es “un organismo público ejecutor del Poder Ejecutivo, cuyo titular deberá ser nombrado, y eventualmente removido, a través de un mecanismo que garantice su máxima autonomía funcional. El procurador general nombrará por concurso público a todos los procuradores, a quienes podrá remover solo por causa justificada y debidamente fundamentada”. Keiko solo apunta a que es un organismo que debe tener autonomía e independencia.
Ambos le ponen el ojo a la demora en los juicios contra la Oficina de Normalización Previsional: Buena parte de la carga procesal en el Poder Judicial se debe a que los procesos por cobro de pensiones son constantemente demorados por la procuraduría de la organización. La diferencia está en las soluciones. Fujimori plantea una comisión especial para determinar los casos de litigio innecesario, mientras que PPK indica que la tarea corresponde a la Procuraduría General de la Nación.
Ambos plantean acotar la carga procesal de la Corte Suprema de Justicia: Para todo efecto práctico, la Corte Suprema de Justicia se ha convertido en el destino final de los juicios en el Perú. La idea original era que esta instancia cuente con pocos casos y se puedan dar precedentes para las demás instancias. PPK busca que esto se haga en diálogo con el nuevo presidente del Poder Judicial, en enero de 2017. Keiko propone desde ya limitar el acceso a la CSJ y, además, descargarla de cuestiones administrativas.
(Sin ser un plan completo, PPK saca ventaja a Keiko en el tema de justicia. Foto: Trome)
LAS DIFERENCIAS
PPK apuesta por una reforma integral del sistema de justicia, Keiko no: Las medidas que plantea Fuerza Popular son cuestiones aisladas. Peruanos Por el Kambio plantea retomar el ritmo de reforma a través de un Acuerdo Nacional por la Justicia, que sea la política estatal sobre la materia.
PPK propone una reforma del Consejo Nacional de la Magistratura. Para Fuerza Popular el tema no existe: Esta es una instancia clave, dado que nombra y ratifica a los jueces y fiscales de todas las instancias. Asimismo, puede destituir a los magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público. La entidad ha recibido críticas en los últimos años tanto por su actuación como por su mecanismo de elección. Peruanos Por el Kambio indica que se harían cambios en “número de consejeros, su sistema de elección, los requisitos para acceder al cargo, la modalidad de trabajo y el sistema de rendición de cuentas” en base a las propuestas de CERIAJUS, Transparencia y la PUCP. Keiko Fujimori no dice nada sobre esta materia.
PPK apuesta por el fortalecimiento del sistema penal. Keiko no dice nada al respecto. Las propuestas de Peruanos Por el Kambio van para la mejora de la Sala Penal Nacional - aunque, lamentablemente, solo por el tema de crimen organizado y no por los temas de derechos humanos que también tiene a su cargo -, la implementación (por fin) del Código Procesal Penal en Lima y Callao, contar con más juzgados de flagrancia y un juez de paz penal en cada comisaría de Lima y Callao. El plan de Keiko solo apunta a algunas medidas de conexión interinstitucional para el combate a la delincuencia, en su capítulo sobre seguridad.
PPK apuesta por medidas concretas para la corrupción al interior del sistema de justicia. Sobre todo, en lo que se refiere a los jueces. Se propone contar con jueces contralores así como la posibilidad que la Corte Suprema de Justicia intervenga las Cortes Superiores en graves casos de corrupción. Sin embargo, no se abordan los graves problemas de microcorrupción que afectan al ciudadano común y corriente. Keiko Fujimori no menciona nada sobre la materia.
PPK plantea la mejora de la enseñanza del Derecho. Keiko no se pronuncia. Una medida importante. Como señaló Luis Pásara hace más de una década, con honrosas excepciones, la formación de los abogados peruanos es un desastre. Se plantea que la SUNEDU tenga un presupuesto especial para vigilar el rigor ético y profesional de las Facultades de Derecho. Mientras que Fuerza Popular simplemente no ve este tema como prioritario.
Keiko apunta a dos puntos claves de la carga procesal: justicia constitucional y familia. Dos temas sensibles para los ciudadanos y en los que propone acelerar los procesos y convertirlos en orales. No es la gran solución a estas materias, pero sí apunta acertadamente a un núcleo importante del sistema judicial. PPK no menciona nada en torno a estos puntos.
PPK contempla la variable intercultural, pero en forma acotada: Básicamente, destinada a la coordinación entre la justicia comunal y el Poder Judicial formal. Para el fujimorismo, el tema no está en su agenda.
LO QUE NO TOCAN
Cruz Silva, coordinadora de Justicia Viva, programa del Instituto de Defensa Legal, ha planteado una serie de lineamientos generales que deberían tener los planes de gobierno sobre esta materia. Luego de leer dichas líneas y examinar los planes, notamos que faltan estos puntos:
- Presupuesto: Ninguno de los dos candidatos se pronuncia sobre si habrá un incremento del dinero destinado al sistema de justicia, su posible sujeción a objetivos de reforma y a la fiscalización del uso de estos fondos.
- Perspectiva de género: Salvo la alusión a los temas de familia en el plan de Fuerza Popular, no se propone una línea en esta materia.
- Reforma del sistema de elección de las máximas autoridades del sistema de justicia: En el plan de PPK se contempla lo relativo al CNM y al Tribunal Constitucional, pero no mucho más. Para los fujimoristas, la materia ni siquiera aparece en su discurso, ya ni que decir en el plan.
- Participación de la sociedad civil: Otro tema inexistente en los planes. A esta altura, es claro que la reforma judicial no se puede hacer sin que los colegios profesionales, las universidades, las ONGs y la prensa tengan algo que decir al respecto.
- Acceso a la justicia de poblaciones vulnerables: Con excepción de las mujeres en los casos de familia dentro del plan del fujimorismo, esta materia básicamente es ignorada.
Se puede concluir que el plan de PPK tiene medidas acertadas en los aspectos macro, pero no logra cuajar una propuesta completa de reforma judicial. Mientras que lo de Keiko apunta a algunos puntos específicos en forma adecuada, pero no ve el mapa completo de la justicia y, menos aún, propone grandes cambios. Ambos están en debe en esta materia y nos deben mayores precisiones sobre estos aspectos en las cinco semanas y media que quedan de campaña.
Hay riesgo de 22 nuevos conflictos socioambientales para 19 empresas 2015-09-08 00:00:00
Reporte correspondiente al mes de agosto señala que se registraron 213 controversias. Apurímac concentra el mayor número de casos (22), seguido de Puno.
FuenteMart
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