Noticia, Ultimo minuto: Hija de asesinados y su pareja están detenidos (La Voz de Ica). - 10/02/2014 7:36:24
" Ica (Daniel Bravo Dextre).- Hasta anoche continuaban detenidos los presuntos homicidas intelectuales de los esposos dueños de la maderera ubicada en la cuarta cuadra de la calle Castrovirreyna, a un costado de la empresa Emapica, cuyo asesinato a balazos se registró el 7 de Agosto de 2012 al promediar las 7:00 de la noche.Brenda Martínez Lazares fue intervenida el viernes último en San Juan de Lurigancho (Lima) al ser considerada por el Fiscal Provincial Penal de Ica, José Alberto Tinco Luján, como la presunta autora intelectual del asesinato de sus padres los empresarios Ramiro Martínez Mercado (44) y su esposa Celia Lazares De la Cruz (38).
Junto con Brenda fue detenido su conviviente Roy Jonathan Céspedes Polino, con quien habría planificado el doble homicidio para quedarse con los bienes de sus progenitores simulando un asalto.
La pareja fue intervenida por efectivos de la División de Homicidios y de Inteligencia de la DIRINCRI Lima, a mérito de la Detención Preliminar que fue solicitada por el Fiscal Tinco, debido a las llamadas comprometedoras registradas los días 7 y 8 de Agosto de ese año y que aparecieron en el Levantamiento del Secreto de las Comunicaciones.
Brenda y Roy fueron detenidos por inmediaciones de la vivienda ubicada en la avenida Belisario Suárez, en San Juan de Miraflores. Cuando se hizo el allanamiento del inmueble gran sorpresa se llevó la Policía al hallar en su interior documentos de la Investigación Preliminar y copias del informe del levantamiento del secreto de las comunicaciones.
Familiares de los esposos asesinados revelaron a LA VOZ DE ICA que Brenda y su pareja habrían contratado como sicarios a unos hampones de Villa El Salvador, cuya vivienda estuvo vigilada por la DIRINCRI una semana antes que saliera la orden de Detención Preliminar. Por esos días sospechosamente desaparecieron de la zona el padre e hijo, mientras que un día antes lo hizo la esposa Andrea Coronado Sarmiento, quién habría actuado como conexión entre la pareja detenida y los homicidas.
En el informe aparecen llamadas al celular de ese contacto de Villa El Salvador, las que fueron hechas desde un equipo móvil que pertenece a un carpintero de Ica de nombre Fredy, quien reveló a la Policía que por esos días le prestó su celular a Jonathan Céspedes.
Plantón en Fiscalía
Por este motivo, es que en la mañana de ayer las madres, hermanos, familiares y amigos de los empresarios Ramiro Martínez Mercado y Celia Lazares De la Cruz (38) hicieron un plantón en la sede del Ministerio Público de la Urb. Divino Maestro, demandando que el Fiscal Alberto Tinco no le de libertad a los dos detenidos, argumentando que gracias al levantamiento del secreto de las comunicaciones habría quedado al descubierto que la pareja contrató a los sicarios para que simulando un robo asesinen a los esposos.
Según el NCPP, el fiscal tiene 7 días para interrogar a los detenidos y según el avance puede solicitar una ampliación hasta pedir que el juez de la causa ordene la Prisión Preventiva que puede ser de nueve meses.
Otros detalles que formarían parte de la investigación preliminar que hizo la DIVINCRI en su momento, es que un día antes de los hechos la hija Brenda se llevó los perros y los gansos, presuntamente para que no hagan ruido en el momento que ingresarían los sicarios para ejecutar el plan. El esposo recibió seis balazos y la esposa seis. Los presuntos delincuentes no robaron nada porque el objetivo habrían sido los bienes.
Una de las tías de Brenda reveló a este Diario Regional que la joven sacó un préstamo de más de 30 mil soles de una entidad financiera, pero que a la vez ha estado alquilando locales e intentando vender bienes al haber quedado como heredera junto con otra hermana.
También contó que se había producido el robo de madera almacenada por un valor de 200 mil soles, cuyo dinero lo estarían gastando para pagar a malos policías que vendrían protegiendo a la pareja y brindándole documentos sobre el avance de la investigación fiscal.
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Que opina usted? 15 MIL DESAPARECIDO EN PERU: DESDE FUJIMORI HASTA OLLANTA HUMALA - 03/12/2013 13:39:07
" IMPUNIDAD Y COMPLIDAD ACTUAL. En Perú la discusión es interminable para saber la cantidad exacta de personas desaparecidas durante 20 años de conflicto armado (1980-2000). Esta discusión es entre cifras oficiales y el testimonio verídico de los familiares de las víctimas. Los gobiernos que han seguido después del 2000 cuando cayó el régimen de Fujimori han utilizado la coerción, el chantaje y todo el poder del Estado para ocultar los crímenes de las fuerzas armadas, la policía y grupos paramilitares.El gobierno transitorio de Valentín Paniagua (2000), la administración de Alejandro Toledo (2001-juillet 2006), hasta llegar al gobierno de Alan García (2006-2011), y el actual régimen del militar Ollanta Humala, han protegido militares y civiles acusados de masacres, secuestros y desapariciones de personas acusadas de subversión.
Las cifras de desaparecidos Para la Conferencia Episcopal Peruana, entre 1980 y el 2000 las personas desaparecidas fueron 15 mil. La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), en su informe de 2003, registra 8 mil 558 personas desaparecidos durante el conflicto armado. El Comité Internacional de la Cruz Roja, duplica esta cifra y en octubre del 2011, señala que los desaparecidos en Perú suman 16 mil. Esta cifra se basa en los informes y registros del Instituto de Medicina Legal y el Equipo Peruano de Antropología Forense.
Si para el número de desaparecidos hay cifras en desacuerdo, lo mismo ocurre para la cantidad de muertos durante la guerra interna. Así para la Comisión de la Verdad y Reconciliación el costo en vidas humanas de la guerra interna suman 70 mil. El Consejo de Reparaciones del Perú en un informe del 2011 ha señalado que el número de víctimas de la guerra interna que atravesó el Perú podría ascender a 100 mil personas. Esta cantidad de muertos y desaparecidos fueron en su gran mayoría ciudadanos del campo, estudiantes y trabajadores de la ciudad sindicados de pertenecer o sostener los grupos subversivos, en particular a Sendero Luminoso (Partido Comunista del Perú-PCP). En Perú no pasa una sola semana que no se descubren fosas comunes donde fueron sepultados clandestinamente ciento de victimas de militares y policías durante el conflicto armado. Así por ejemplo en el 2011 la Cruz Roja entrega un informe sobre la posible existencia de 4 mil 644 fosas comunes en todo el Perú. De esta cantidad de cementerios clandestinos, dice la Cruz Roja, más de 2000 aún no han sido localizadas.
¿Por qué tanta impunidad en Perú?
Perú es uno de los países de América Latina, donde los antiguos responsables de muertes, masacres y desapariciones, no solamente no han sido sancionados, sino que vuelven al poder y con ello repiten sus métodos criminales contra la población. Por ejemplo Alan García Pérez presidente entre 1985 y, fue responsable de cientos y miles de asesinatos y desapariciones. Matanza en los penales, desapariciones de estudiantes, crímenes contra la población, etc. Nunca fue sancionado y al contrario fue recompensado con una nueva gestión presidencial entre julio de 2006 y el 2011.
En junio del 2009, el presidente Alan García fue nuevamente acusado de masacres masivas y de desapariciones de pobladores. Aprodeh (Asociación Pro Derechos Humanos de Perú), denuncio (13 de junio 2009) la responsabilidad del gobierno de García por el asesinato de 31 indígenas de la selva y 61 desaparecidos. Estos hechos ocurrieron en Bagua, una localidad de la amazonia peruana. El conflicto se inició cuando los indígenas se movilizaron contra decretos gubernamentales atentatorios contra sus derechos a la tierra y la subasta de los recursos naturales en beneficio del tratado del libre comercio con Estados Unidos. El saldo represivo del segundo gobierno de García fue de 174 muertos y 61 desaparecidos.
El régimen de Alberto Fujimori (1990-2000) significo un de los periodos más sangrientos del conflicto interno. Uno de los jefes militares de este periodo fue el actual presidente del Perú, Ollanta Humala. El actual gobernante, ha sido acusado de secuestros, torturas y crímenes de prisioneros durante la época de Fujimori cuando era jefe militar en una zona de guerra. En sociedades normales, Ollanta Humala debería estar preso por torturas, crímenes y desaparecidos. Pero ello no es así, Humala es el presidente del Perú y ganó las elecciones en el 2011 con el apoyo de las fuerzas armadas y de la izquierda legal peruana.
En el primer año de la gestión de Ollanta Humala 17 campesinos fueron muertos por orden del gobierno. Hasta el final del 2012, el actual régimen ha asesinado en conflictos sociales a 27 personas entre campesinos y asalariados. En el informe ""Un año del gobierno de Ollanta Humala" de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos del Perú (julio 2012), se anota que en cuanto a los derechos humanos durante el actual gobierno, "muy poco es lo que se ha hecho, y más bien se ha producido un retroceso". Esta comisión advierte en su informe que este problema "se refleja en los muertos, heridos y la criminalización de las protestas sociales, así como el recorte de libertades fundamentales mediante el estado de excepción".
La herencia del fujimorismo en el poder, no solo se refiere al actual presidente peruano, sino también a la legalidad para el movimiento político de la familia Fujimori. Keico Fujimori, es la hija del ex mandatario, ex primera dama fue cómplice de su padre durante su gobierno corrompido y criminal. Pero gracias al sistema de impunidad en Perú, Keico no está en prisión como su progenitor, y al contrario ella aspira a ser presidenta del Perú. La hija de Fujimori es la actual lideresa del grupo "Fuerza Popular", otro nombre de lo que fue "Cambio 90" de la época de Alberto Fujimori. Ella ha sido en el 2011 candidata a la presidencia de la Republica y se ubicó en el segundo lugar después de Ollanta Humala. Actualmente las encuestas y sondeos electorales la ubican como la candidata preferida para las próximas elecciones presidenciales del Perú.
A diferencia de otros países latinoamericanos, el ciclo de muertos y desaparecidos en Perú se desarrolló durante el periodo de tres gobiernos que se instauraron vía procesos electorales, pero que dependían 100% de los militares. Fernando Belaunde, líder de Acción Popular (AP) 1980-1985: Alan García Pérez del Partido Aprista (APRA) 1985-1990 y Alberto Fujimori, líder de "Cambio 90" (1990-2000), fueron los tres gobiernos "democráticos" que recibían órdenes de las fuerzas armadas.
La particularidad común de estos regímenes fue que en el aspecto político, sobre todo en la forma de enfrentar la subversión, entregaron todo el poder a las fuerzas armadas. El modelo de plan contrainsurgente, fue diseñado, dirigido y aplicado por los militares y la CIA americana. El eje de este plan antisubversivo, fue el asesinato masivo de poblaciones enteras sospechosas de constituir "base de apoyo" de Sendero Luminoso. Tanto el gobierno de Alan García así como el de Alberto Fujimori, elegidos "democráticamente", contaron desde su inicio con el apoyo de la izquierda legal peruana, así como de la iglesia católica, y las principales Organizaciones No Gubernamentales (ONG) del medio peruano. Putis Uno de los casos más brutales de secuestro y asesinato masivo de campesinos acusados de pertenecer o ser base de apoyo de Sendero Luminoso. Este hecho sangriento ilustra la actuación brutal de las fuerzas armadas en las zonas consideradas "rojas" o base de apoyo de la subversión.
Putis es una pequeña localidad andina ubicada en la provincia de Huanta (Ayacucho) y a 300 kilómetros el sureste de Lima. Este genocidio de un pueblo ocurrió en 1984 cuando Fernando Belaunde, considerado "padre de la democracia peruana", era presidente del Perú. En ese pequeño pueblo fueron asesinados 123 campesinos, entre ellos mujeres y niños. Ellos, antes de ser ejecutados, fueron obligados a cavar una gigantesca fosa común donde serían muertos y sepultados. Como dijo la misma Comisión de la Verdad (CVR) estos pobladores "fueron acribillados por miembros de las fuerzas armadas quienes sospechaban que los pobladores rurales colaboraban con rebeldes de Sendero Luminoso".
Estos hechos fueron descubiertos recién en el 2001 por el periodista Edmundo Cruz. Las autoridades se vieron obligadas a reconocer esta matanza. Antes de este descubrimiento las victimas de Putis eran considerados "desaparecidos". Incluso se decía que eran "senderistas" que se habían enrolado con la subversión. Según los expertos que analizaron los restos mortales, el 45% de los cuerpos hallados en la fosa común correspondían a niños y jóvenes entre 1 y 17 años de edad. Todos fueron muertos con balas de fusil y acuchillados. Sobre la cantidad de niños en esta masacre, Edmundo Cruz declaro en un reportaje a la agencia AP, que el asesinato de los niños "solo tenía una explicación muy frecuente en la ideología de los militares de esa época". "Esa ideología era que estos niños más tarde serían iguales a sus hermanos y padres a quienes los militares consideraban terroristas", explicó. Hasta la fecha, no hay ningún militar ni civil acusados por este asesinato masivos de niños, jóvenes, adultos y mujeres.
Parodia de "sanción" e impunidad
¿Por qué en Perú no se ha sancionado ejemplarmente ningún alto militar, civil o ex presidente acusado por crímenes y desapariciones de miles de peruanos?. El verdadero poder en Perú está constituido por las fuerzas armadas. En el caso peruano, las elites políticas, sus partidos y sus organizaciones de fachada, cumplen las órdenes provenientes de los cuarteles. El sistema político, aparte de ser decadente y corrompido, es una "democracia" caricaturesca bajo la tutela de las fuerzas armadas. En este marco político-jurídico, jamás habrá sanción para los responsables de cientos y miles de asesinatos contra la población. En cualquiera de los gobiernos llamados democráticos, la presencia militar es cuantiosa y grosera. Están presentes en el ejecutivo, en el parlamento, en las instituciones públicas, y hasta en la presidencia de la Republica como es el caso del comandante Ollanta Humala.
En este contexto algunos militares han sido condenados a prisión por casos menores, pero no por los grandes crímenes que habían cometido. Estos "militares sancionados", han cambiado la prisión por la detención domiciliaria o por largas estadías en los hospitales militares. Fujimori, es el único ex presidente que ha sido acusado y condenado a 25 años de reclusión por dos hechos de sangre, que en el conjunto de los crímenes bajo su responsabilidad, constituyen apenas dos gotas de agua en un océano de matanzas innumerables. Fujimori fue sancionado por el asesinato de 15 adultos y un niño en Barrios Altos (Lima) el 3 de noviembre de 1991 y la muerte 9 estudiantes y un profesor de la Cantuta el 18 de julio de 1992. En total 25 muertos, de una cantidad globalmente estimada entre 15 y 20 mil personas durante su gobierno que transcurrió entre 1990 y el 2000.
COMISIONES DE LA VERDAD, OTRA FORMA DE OCULTAR EL CRIMEN
En Perú como en ningún otro país latinoamericano, se ha institucionalizado la propaganda para desprestigiar a los grupos subversivos y responsabilizarlos de muertes y desaparecidos que corresponden a la autoría de las fuerzas armadas y fuerzas policiales. Tanto en Perú como en el extranjero se dice que los principales agentes de muerte, secuestros y desapariciones fueron los grupos armados, principalmente el Partido Comunista del Perú (PCP) organización subversiva conocida bajo el nombre de Sendero Luminoso. En la prensa oficial se repite: "Los culpables fueron todos los involucrados en la guerra: las guerrillas de Sendero Luminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA)".
Para Salomón Lerner, presidente de la CVR (junio 2003), "la causa inmediata y fundamental del desencadenamiento del conflicto armado interno fue la decisión del Partido Comunista del Perú , Sendero Luminoso (PCP-SL) de iniciar "la lucha armada contra el estado peruano…". En tanto ello es el principal responsable del conflicto interno con el 54% de las víctimas que suman 70 mil muertos. Las cifras de la CVR fueron corregidas en el 2011 por la Defensoría del Pueblo, institución que entrega otra versión. Para esta organización los responsables del secuestro y desaparición fueron: El ejército, responsable del 60.4% de los desparecidos. La Policía Nacional fue responsable del 12.2% de las detenciones y desapariciones. El 7.3% de casos fue de autoría de los miembros de Comités de Autodefensa. En el 6% aparecen como responsables miembros de Fuerzas Combinadas (ejercito-policía).
La Comisión de la Verdad (CVR), junto con diabólizar a los subversivos, ha realizado bastantes esfuerzos para justificar y exculpar de crímenes y secuestros a las fuerzas armadas y gobiernos respectivos. La CVR, dice en 2003 refiriéndose a los militares, ellos actuaron "en nombre de la ley y en defensa del régimen democrático", mientras que los subversivos "se levantaron de manera autoritaria en contra de dicho régimen". Al mismo tiempo señala la CVR, hay que "reconoce la esforzada y sacrificada labor que los miembros de las fuerzas armadas realizaron durante los años de violencia". Así esta Comisión rinde su "más sentido homenaje a los más de un millar de valerosos agentes militares que perdieron la vida o quedaron discapacitados en cumplimiento de su deber". (CVR, 2003, Tomo VIII, p. 323)
El periodo entre 1980 y 1985, fue una de las etapas más violentas y represivas de 20 años de guerra interna. Fue el inicio del ingreso de las fuerzas armadas para combatir la subversión y el comienzo de las regiones en estado de emergencia controladas violentamente por los militares. En esta etapa se inauguran los centros clandestinos de tortura, crímenes y desaparición de prisioneros. Fernando Belaunde, fundador del Acción Popular, un partido tradicional de la derecha pro americana del Perú, era el presidente del Perú "democráticamente elegido". La misma CVR reconoce que el periodo más violento de la guerra interna fue entre 1983 (cuando Belaunde ordeno la intervención de los militares) y 1984 cuyo resultado fue (oficialmente) 19,468 víctimas.
La trayectoria sangrienta de la etapa gubernamental de Fernando Belaunde no impidió que esta misma Comisión dijera en su informe final, que Belaunde hizo grandes esfuerzos para proteger la democracia. Tampoco fue un impedimento para que Salomón Lerner Febres, presidente de la CVR, dijera el 11 de junio del 2003 que en "el contexto del conflicto armado interno que se desarrolló mediante un uso creciente del terror por parte de PCP-SL, el Estado democrático tenía la obligación de defenderse y de recurrir a las fuerzas del orden".
Sobre el Apra y Alan García Pérez, la Comisión de la Verdad y Reconciliación no se restringe alabanzas. "La CVR resalta, también, el esfuerzo realizado por el gobierno del presidente Alan García Pérez por preservar el sistema democrático, las elecciones locales y generales y la libertad de prensa, en el contexto de una difícil situación en medio del peor conflicto armado interno de la historia republicana del país". La CVR considera que, al asumir Alan García Pérez el gobierno en julio de 1985, "impulsó una serie de políticas sociales para reorientar la estrategia contrasubversiva en marcha. El objetivo explícito fue derrotar a la subversión mediante políticas de desarrollo dirigidas a los campesinos y a las regiones más pobres. El nuevo gobierno asumió como propias las críticas a la actuación de las FFAA que se venían haciendo desde el periodo gubernamental previo".
La CVR es más cautelosa con el régimen de Fujimori, pero no se detiene para ensalzar a la Dincote (policía antiterrorista), una de las ramas más brutales de la policía política de la época de Fujimori. Los miembros de la Dincote han sido acusados de crímenes, torturas y desapariciones de prisioneros acusados de terroristas. Fue en la Dincote donde se organizó y se dirigía el comando "Rodrigo Franco", un grupo paramilitar que funcionó durante el régimen de Alan García (1985-1990). Este comando fue responsable de varias centenas de crímenes, entre ellos altos dirigentes sindicales obreros. La CVR señala en el 2003 refiriéndose a la DINCOTE, que "gracias a la experiencia acumulada desde fines de la década anterior y el énfasis puesto en el trabajo de inteligencia, mostró por esa misma época facetas más constructivas y eficaces".
En diciembre de 1996 un comando integrado por 14 miembros del MRTA tomó por asalto la residencia del embajador japonés en Lima. Había una recepción y el MRTA capturo cerca de 1,000 rehenes entre diplomáticos, ministros, políticos, periodistas y otros. Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori organización un operativo que se denominó "Chavín de Huantar". Su objetivo rescatar a los rehenes y liquidar a todo los integrantes del MRTA. En efecto el operativo se ejecutó el 22 de abril de 1997, y rápidamente el comando del MRTA fue doblegado. La mayor parte de los militantes del comando subversivos se rindieron. Los militares entraron a la embajada, y ahí a sangre fría mataron con tiros de bala en la cabeza a los sobrevivientes del MRTA. La CVR, en su informe final del 2003, reconoció "el derecho del Estado a rescatar a los rehenes allí recluidos y saluda el heroísmo y la eficiencia de los comandos que culminaron con éxito el operativo de rescate".
Conclusión.
La breve información que aquí se ha presentado recoge en parte un problema de la lucha de clases en América Latina. La lógica muestra que la guerra contrainsurgente en Perú, Argentina, Uruguay, Chile, Colombia y cualquier otro país latinoamericano, tiene las mismas características. Lo fundamental es reconocer que el crimen selectivo, y masivo, la tortura y la desaparición de cualquier persona sindicada como subversivo, constituyen la estrategia fundamental del Estado para liquidar la amenaza popular.
Incontestablemente, tanto en Perú como en cualquier otro país, la lucha por hacer justicia y sancionar a militares y civiles criminales de guerra, no es un problema que se restringe a las leyes penales de tal país. Es ante todo una lucha de todo el pueblo contra el actual sistema político y jurídico corrompido. Es imposible lograr que se esclarezca los crímenes de guerra de décadas anteriores, sino se toma en cuenta con objetividad que las clases políticas que ahora están en el poder son las mismas que en décadas pasadas incentivaron y apoyaron el crimen y la represión contra la población.
Es un error creer que la iglesia o cualquier falso demócrata son sinceros cuando se muestran acongojados por los miles de asesinatos y desaparecidos en Perú o en otro país latinoamericano. Ellos fueron cómplices de militares y gobiernos criminales. Hay que evitar que el problema de los desaparecidos se convierta en slogan electoral y en un negocio lucrativo. Un ejemplo de la danza de millones de dólares en las famosas comisiones de la verdad o cualquier otro organismo "defensor de los derechos humanos", es el beneficio económico que hicieron los integrantes de la CVR. En dos años de funcionamiento (junio 2001- agosto 2003) la Comisión de la Verdad y Reconciliación costó 14 millones de dólares al Estado. Su informe final solo ha servido de guion de telenovela y para exculpar a los principales responsables asesinatos de miles de ciudadanos peruanos.
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Que opina usted? AMANTE DEL GÁNSTER, QUERIDA DEL OBISPO - 01/03/2013 13:20:56
" La ex prostituta Sabrina Minardi, concubina del difunto mafioso Enrico de Pedis, rompe su silencio y detalla turbios secretos de la Italia de los setenta y ochenta. Sexo, Mafia y VaticanoMediados de los años setenta, primeros ochenta. Italia era un polvorín. El laboratorio del mundo moderno. La vanguardia cultural y política. Plena guerra fría, los años de plomo. Palestinos e israelíes, la CIA y el KGB, las Brigadas Rojas y el terror negro. Los comunistas pactando con los democristianos. La Mafia siciliana llenando las calles de heroína y cocaína. Pasolini asesinado en Ostia. Juan Pablo II preparando, con el Opus Dei, el inminente hundimiento del bloque soviético. Aldo Moro secuestrado. Aldo Moro asesinado. La matanza de la estación de Bolonia. Andreotti, El Divo, y su hipotético beso a Totó Riina, el capo sanguinario. Sordi y Gassman, Mastroianni, Fellini y Antonioni. Celentano y el arzobispo Paul Marcinkus, dando alegría a las finanzas de la Santa Sede. La quiebra del Banco Ambrosiano. El asesinato de Roberto Calvi (Londres, puente de los Frailes Negros). Y el de Michele Sindona, banquero de Cosa Nostra: un poco de veneno en el café.
Su vida, como la de muchos jóvenes italianos de entonces, iba para fábula y acabó siendo un infierno. Minardi va tirando de la memoria. ""No sabes cuántas chicas le llevaba al arzobispo"", afirma ahora. Delinquió, observó, calló, tomó drogas a mansalva, ganó dinero a espuertas, lo dilapidó; y desapareció durante 25 años. ""En uno de los sacos estaba el cuerpo de la secuestrada, y en el otro, el de un niño al que mataron por vendetta""
Han pasado 30 años y casi todos aquellos oscuros misterios siguen siendo eso: misterios. Mejor dicho, secretos que no han sido desvelados. Delitos, muchas veces gravísimos, por los cuales los culpables jamás pagaron, ni pagarán. ""Un país sin verdad"", dijo Leonardo Sciascia. Un agujero negro, diríamos ahora.
De aquel agujero regresó hace cuatro años, de la forma más inesperada, a través de un programa de televisión -el Quién sabe dónde italiano-, una dama que cabalgó a fondo aquellos años locos y sangrientos. La dama se llamaba, y se llama, Sabrina Minardi.
Hoy tiene 50 años. Era una chica de familia humilde, nacida en el barrio romano de Trastevere. Mona, pero no guapísima, la belleza no le alcanzó para ser actriz. Pero le llegó de sobra para hacerse prostituta. De alto standing, lo que hoy se llamaría una escort.
Gracias a su oficio, Minardi conoció de cerca, muy de cerca, a muchos protagonistas de aquella época salvaje. Delinquió, observó, calló, tomó drogas a mansalva, ganó dinero a espuertas, lo dilapidó, enterró a sus amigos y desapareció.
Su vida, como la de muchos jóvenes italianos de entonces, iba para fábula y acabó siendo un infierno. A los 19 años, casi adolescente, el 16 de junio de 1979, Minardi se casó con el delantero centro del Lazio Bruno Giordano, el emblema de aquel equipazo que pasó a los anales como el más cuchillero de la historia del fútbol. Fuera del campo, muchos de sus jugadores simpatizaban con los matones fascistas, varios llevaban pistola y/o navaja, las borracheras y las broncas eran frecuentes. Dentro del campo se comportaban igual: arrasaban lo que se les pusiera por delante. Por las buenas o por las malas.
La relación de Minardi con el patibulario capocannoniere, trasteverino como ella, de 23 años, ídolo de media Roma, duró poco. A los dos años nació Valentina, su hija común, que hoy tiene 28 años. Pero enseguida Minardi se hartó de ver a Giordano posando con actrices de medio pelo en las revistas. Se separaron. Minardi ya no podría prescindir del riesgo, el lujo y el champán.
Pronto conoció al que sería su amante más fogoso, Enrico de Pedis, más conocido como Renatino. El tipo era uno de los tres jefes de la banda de la Magliana, la mafia que dominó Roma, sus palacios y su periferia durante casi una década. Una noche, Renatino vio a Minardi en un pianobar de Piazza Navona, y le mandó rosas y champán.
La banda de De Pedis fue en esos años autora y colaboradora de mil y un crímenes propios y ajenos. Algunos la conocerán por la novela Romanzo criminale, del juez y escritor Giancarlo de Cataldo, que luego ha sido también película y serie de televisión (traducida en España como Roma criminal). Renatino era El Dandi, siempre impecable, limpio y muy beato; Sabrina Minardi era Patrizia en la ficción. Más que amor, fueron amigos y amantes durante 10 años.
Ahora, tras pasar 25 años escondida y huida de la justicia (fue arrestada por ayudar a huir a Renatino), Minardi ha reaparecido y ha decidido cantar. Contar sus secretos. Pero no todos, según advierte la periodista Raffaella Notariale en la introducción al fascinante libro de memorias Secreto criminal, la verdadera historia de la banda de la Magliana, recién publicado por la editorial romana Newton Compton y firmado a medias por ambas mujeres. Notariale fue quien rescató a Minardi del anonimato en 2006: ""Le hice aquella entrevista en televisión, después dejé de verla, y de repente me llamó otra vez en octubre de 2009. Me dijo que quería seguir hablando"".
Como meretriz, Minardi era un cometa y no hacía prisioneros. Por sus muslos legendarios pasaron ministros, obispos, cardenales, futbolistas, mafiosos, millonarios, policías, espías, terroristas. Minardi, como De Pedis, toreaba en todo tipo de plazas. Por ejemplo, en San Pedro. Calvi, presidente de la Banca Ambrosiana, perdió la cabeza por ella.
Y el arzobispo Marcinkus no se quedó atrás. En la página 114 del libro, Minardi asegura que se acostó varias veces con el banquero de Dios: ""No sé qué le habrían contado de mí, quizá que era alegre y mona con la gente generosa. En fin, el caso es que él quería estar conmigo"". ""¿Y tú?"" pregunta la periodista. ""Y yo estuve con él. No te puedes echar para atrás en situaciones como esa (...) El curilla era muy directo, no le gustaban los preámbulos"", dice. Incitada por la reportera, Minardi va tirando de memoria: ""No sabes cuántas chicas le llevaba al arzobispo"".
Algunos medios italianos han afirmado que Minardi ha roto su silencio porque necesita dinero; y que colabora con la justicia para aminorar sus problemas penales. La periodista Notariale explica que a ella no le ha pedido nunca un euro, y añade que Minardi está enferma, tiene un brazo casi inútil a causa de un accidente de coche, es ex drogadicta (lleva años tomando psicofármacos, y la pena le ha sido conmutada por seis meses de rehabilitación) y está tratando de ""ponerse en paz consigo misma y con su pasado"".
Minardi lleva meses colaborando activamente con la justicia y se ha convertido en el gran testigo de cargo de la Fiscalía de Roma. Su contribución parece fundamental sobre todo para aclarar uno de aquellos grandes misterios sin resolver, quizá el más oscuro de todos: la desaparición de Emanuela Orlandi, una joven ciudadana vaticana, hija de un funcionario eclesial, que desapareció para siempre el 22 de junio de 1983, cuando tenía 15 años.
El caso ha estimulado durante este tiempo la imaginación de decenas de periodistas, jueces y policías. Alí Agca, el turco que atentó contra el Papa, ha asegurado que sabe dónde está. Pero solo Minardi parece haber dado pistas fiables. Gracias a su declaración, ya hay tres personas investigadas por el secuestro. Por primera vez en 30 años. Los tres son viejos amigos de De Pedis.
Según ha contado Minardi a los fiscales, el jefe de los Testaccini, es decir, Renatino, cabeza del ala más peligrosa y misteriosa de la banda de la Magliana, tuvo mucho que ver con el secuestro de Orlandi. Durante años se ha pensado que el gran secreto se escondía en la increíble tumba de Renatino, sita en la cripta de la basílica de SantApollinare, iglesia gestionada por el Opus Dei desde 1992, a dos pasos de Piazza Navona, justo donde desapareció Emanuela Orlandi.
Cuando los fieles protestaron al vicario por haber dado sepultura en tan sacro lugar a semejante delincuente, fue nada menos que Giulio Andreotti quien salió en defensa del párroco: ""Quizá De Pedis no ha sido un benefactor para la humanidad, pero desde luego ha sido un gran benefactor para SantApollinare"", dijo el senador vitalicio, que hoy tiene 93 años.
Según Notariale, Minardi ha aclarado a los fiscales que el holding criminal de la Magliana tenía relación con la Mafia, la Camorra, la masonería, los servicios secretos, políticos como Andreotti, empresarios, banqueros y altos prelados.
Según una declaración de Minardi, entre 1982 y 1984, a pesar de estar huido de la justicia, Renatino cenó más de una vez en casa de Andreotti, cosa que este ha desmentido (aunque no suele hacerlo porque dice que desmentir es dar una noticia dos veces).
Ante la Fiscalía y ante la periodista que le ha entrevistado, Sabrina Minardi ha declarado que la banda ingresaba su dinero en el Instituto para las Obras de Religión (IOR) a través de la Banca Ambrosiana, que entonces presidía Roberto Calvi. Ese dinero fresco y negro servía, entre otras cosas, para que Juan Pablo II financiara al sindicato Solidarnosc, de Lech Walesa, con la idea de abrir brecha en el bloque soviético, siempre según Minardi.
""Recuerdo que Renato una vez llegó a casa con una bolsa de Vuitton llena de dinero"", cuenta Minardi en el libro. ""Hicimos los paquetes, contamos mil millones de liras (cien millones de pesetas de entonces) y al día siguiente se lo llevamos a Marcinkus"".
Según su reconstrucción, De Pedis estaba indignado con la Santa Sede porque el presidente del IOR se negaba a devolver a las mafias el dinero que había ido ingresando. Minardi cuenta que el gánster tenía una relación de gran confianza con el cardenal Ugo Poletti, presidente de la Conferencia Episcopal italiana; pero que esa relación no le sirvió para recuperar la inversión. De modo que buscó una forma de chantajear al Vaticano. El procedimiento fue secuestrar a Emanuela Orlandi: ""La secuestraron y la llevaron a la casa de mis padres en Torvaianica, cerca de Roma. Renato me dijo que el apartamento le servía para una noche, que era una emergencia, pero al final la tuvo allí un par de semanas"".
""Renato y Sergio (su chófer) me la subieron en el coche"", prosigue. La chica secuestrada ""estaba trastornada, confusa, lloraba, reía. Le habían cortado el pelo de una forma obscena. Me dijo: Me llamo Emanuela"".
Un día, Renatino llegó a comer al restaurante Pippo lAbruzzese; iba con Sergio, el chófer, y llevaban dos sacos, continúa. ""Fuimos a una obra, y yo me quedé en el coche. Así hacemos desaparecer todas las pruebas, dijeron"". En uno de los sacos, sostiene la mujer, estaba el cuerpo de Orlandi; y en el otro, ""el de un niño de 11 años al que mataron por vendetta; era Domenico Nicitra, hijo de otro miembro de la banda"".
Según Minardi, la operación tenía un motivo: presionar al Vaticano para que devolviera a la mafia el dinero ingresado en el IOR a través del Ambrosiano. El nombre de Marcinkus quedó unido para siempre a la logia secreta Propaganda Due (P2) y a los escándalos financieros de la época, como el crash del Ambrosiano. Monseñor mantenía sólidas relaciones con personajes como Michele Sindona, el banquero de la Mafia, y el maestro de la P2 Licio Gelli. ""Renatino veía bien a la masonería. Y conocía a Gelli"", explica Sabrina Minardi. ""Formaba parte de la lista secreta, de aquella que nunca se encontró. Siempre decía que ser masón te abría mil caminos nuevos, no solo por el dinero, sino porque el que pertenecía a ella nunca acababa siendo un desgraciado"".
""Muy probablemente"", escribe Notariale, ""Renatino intervino en la negociación abierta entre las cúpulas del Vaticano y la Cosa Nostra para restituir el dinero que la mafia había entregado al Ambrosiano a través de Calvi"". Un favor hubo, ""eso es seguro"", concluye. ""Si no, no se explica un tratamiento como el que le dieron al enterrarle en SantApollinare"". Según la periodista, la decisión la tomó el jefe de los obispos italianos: su Eminencia Ugo Poletti.
Pero volvamos a los tiempos felices de la pareja Minardi-Renatino: ""Me hacía mil regalos, maletas de Louis Vuitton llenas de billetes de 100.000 liras, y me decía: Gástalo todo; si vuelves a casa con dinero, no te abro la puerta"".
La pasión duró dos años; Minardi pensaba que Renatino era lo que le había dicho, el dueño de un supermercado. Verdad en parte: había invertido los beneficios del tráfico de drogas en diversos negocios. Leyendo el periódico, Minardi se enteró de que era un mandamás de la temida Magliana. Empezó a atar cabos y le entró el pánico. En esos dos años de coca y peligro había visto muchas cosas, demasiadas. ""Un día, unos sicarios intentaron raptar a mi hija, Valentina, y Renatino me dijo: Si te olvidas de todo lo que has visto, no le pasará nada"".
De Pedis se abrazaba y besaba con Pippo Cal
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