sábado, 24 de mayo de 2014

¿Crecimiento sin institucionalidad? y El gabinete Castilla

burocracia

Que opina usted? ¿Crecimiento sin institucionalidad? - 03/03/2014 4:30:00

"La Constitución de 1993 dice que "las remuneraciones mínimas se regulan por el Estado con participación de las organizaciones representativas de los trabajadores y de los empleadores". La Ley 27711 del 2002 estableció que el Consejo Nacional de Trabajo ,institución adscrita al Ministerio de Trabajo, asume esta responsabilidad. El CNT, cada dos años, analiza la situación (de acuerdo a criterios técnicos) y eleva su informe al Consejo de Ministros, que toma la decisión final. El ordenamiento legal e institucional vigente pone el tema en la agenda del gobierno. El CNT debe terminar su trabajo y presentar su informe al Consejo de Ministros. En Chile, la ley establece que todos los años el salario mínimo se discute entre el gobierno y la CUT (central sindical). Haya o no acuerdo entre las partes, el informe del gobierno va al Congreso para su aprobación. No cabe que el Presidente de la República diga que el tema no se discute porque "ya hubo" aumento el año anterior. En Colombia, la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Laborales y Salariales (una tripartita como acá) discute el salario mínimo todos los años. Si no logra consenso, el Poder Ejecutivo lo determina. Las leyes, las instituciones y los plazos se respetan. Respecto de la modalidad de cálculo del salario mínimo y a su impacto económico, existen muchas opiniones. Muy bien. Pero la institucionalidad tiene que seguir funcionando. Si no se está de acuerdo, se puede plantear un cambio legal, para un lado o para el otro. Pero no decirle al CNT que no haga lo que la ley manda. La discusión sobre el salario mínimo, entonces, no es menor, tanto por el tema institucional como por su impacto en millones de personas. Y nos acerca a la reflexión sobre el rol de las instituciones y su relación con el crecimiento y el desarrollo económico, que ha cobrado relevancia en los últimos 20 a 30 años. Douglass North, Premio Nobel de Economía, en su libro "Instituciones, cambio institucional y performance económica" (1990), dice que la calidad de las instituciones determina "de manera decisiva" el desempeño de la economía. En 1998, el Banco Mundial en su informe "Más allá del Consenso de Washington: Las instituciones importan", criticó las recetas "economicistas" del CdeW, pues solo hacían énfasis en la disciplina fiscal, el tipo de cambio, la tasa de interés, la liberalización comercial y la privatización, entre otros temas económicos. El BM planteó que era urgente una "segunda generación de reformas", casi todas de corte institucional, para que la primera generación de reformas pudiera funcionar "bien". El enfoque institucional no es la panacea y hay críticas de fondo ,que no señalaremos aquí, pero ciertamente es superior al CdeW. Sucede, sin embargo, que en el Perú seguimos anclados en recetas puramente "economicistas", ya superadas, las mismas que se sustentan en el predominio ,casi total, del Ministerio de Economía y Finanzas, que disciplina a su libre albedrío al resto de actores e instituciones. Se sigue creyendo que el piloto automático del modelo primario exportador, basado en el auge del alza de precios de las materias primas, es condición necesaria y suficiente para el crecimiento y desarrollo económico. Poco a poco ese crecimiento "chorreará" a todos los sectores, lo que se complementará con mejores programas sociales para lograr la inclusión. Por tanto, cualquier impulso orientado a promover un enfoque alternativo que plantee una diversificación de la base productiva, polos de desarrollo y el respeto y el fortalecimiento de las instituciones ,como lo hizo el premier Villanueva, debe ser desechado porque atenta contra el modelo y, claro, contra las relaciones de poder existentes. En este contexto, lo sucedido con el salario mínimo y la salida del ex Premier es solo un síntoma de la enfermedad, pero no la enfermedad misma. ¿Seguiremos en ese rumbo hasta el final del gobierno? Es lo más probable, porque los márgenes de actuación de los ministros tenderán a ser aún más estrechos. Pero nunca se sabe. El nuevo ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, es partidario de un rediseño del gasoducto andino para que incluya el ducto de líquidos y el desarrollo de la industria petroquímica. También plantea el fortalecimiento de Petroperú y su participación en la explotación de petróleo del Lote 64. De su lado, el nuevo ministro de Producción, Piero Ghezzi, en su reciente libro "¿Qué hacer con el Perú?", muestra su adhesión a la economía institucional, plantea fortalecer a la burocracia (en el buen sentido), nos habla de las instituciones extractivas e inclusivas (tomadas del reciente libro de Acemoglu y Robinson, "¿Por qué fracasan las naciones?"), llegando a decir que el actual modelo económico no garantiza per se la sostenibilidad del crecimiento en el mediano plazo. Habrá que ver si la gestión de los ministros Eleodoro Mayorga y Piero Ghezzi se condice con sus planteamientos. Sea lo que fuere, la importancia de la institucionalidad ya ha entrado a la agenda política, lo cual nos dice que las propuestas del ex premier César Villanueva Arévalo han dado algunos frutos. Y si van más lejos, podremos decir que su paso por el premierato no fue en vano.
Cristal de Mira
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Consejo de Ministros

Que opina usted? El gabinete Castilla - 26/02/2014 6:38:34

" No tengo la menor duda que el actual gabinete ha sido propuesto por el ministro de Economía Luis Miguel Castilla. De eso trata mi columna de hoy en Diario 16.
El gabinete Castilla
La inmadurez en la conducción del país por el trío Humala-Heredia-Castilla nos está llevando a extremos insólitos en la historia del Perú político. Nunca se ha visto que la juramentación de un nuevo presidente del Consejo de Ministros sirva para iniciar un periodo de inestabilidad como es el caso actual que nos ocupa, en que el premierato de René Cornejo es el punto de partida para una ola de críticas, reclamos, aclaraciones; que abarcan diversos protagonistas, dirigencias partidarias, gremios, sindicatos y gobiernos regionales. En lugar que el inicio del gabinete presidido por René Cornejo sirva para calmar las aguas ha servido para agitarlas. Y, en ese sentido es necesario precisarlo, sólo hay tres responsables: Luis Miguel Castilla, Nadine Heredia y el presidente Ollanta Humala con su creciente y evidente debilidad.
Luis Miguel Castilla es el premier de facto. Ha actuado con cálculo y alevosía en maltratar al expremier César Villanueva, con lo cual todo lo que se había ganado en contención de los gobiernos regionales por temas como el canon, se ha perdido. Su afán de ser un servidor de poderosos intereses económicos lo ha llevado a poner en peligro la frágil estabilidad del país. Con su actitud ha perjudicado la institucionalidad que él pregonaba construir y defender. A veces pienso, pues es mi derecho, que el impulsar el grotesco aumento de seis mil dólares a los ministros tenía por objeto satisfacer los deseos salariales de llevar al gabinete a sus amigos, cuestión que ha hecho sin ningún tipo de pudor. Es por ello que el actual gabinete se parece a un conjunto de profesionales en que prima el criterio del empleado, preocupados de su sueldo, sin nivel político e incapaces de hacer política. Lo único que falta es que los pongan a marcar tarjeta. La designación ha sido tan dirigida e influenciada por Luis Miguel Castilla que nadie cree en la posibilidad de ver a un premier como René Cornejo acercándose al presidente Ollanta Humala para indicarle quiénes deben ser los futuros integrantes del gabinete ministerial. Es un gabinete que nace desprestigiado, por obra y gracia de la triada inexperta que nos gobierna y del maltrato impartido a Don César Villanueva.
Por otro lado un gabinete ministerial se caracteriza por su composición multidisciplinaria. Ese es uno de los atributos de un consejo de ministros. Eso no existe en la actualidad. La concentración de economistas allegados al ministro Castilla hace imposible un debate o una decisión contraria a los intereses que defienden. Estamos en presencia del nacimiento de una suerte de autoritarismo al servicio de grupos mercantilistas lo cual es impropio de un gobierno democrático.
Durante el fujimorato estuvimos en similar condición. Desde el Ministerio de Economía y Finanzas se ejerció una imposición de políticas públicas al servicio de poderosos intereses económicos. Montesinos y la burocracia del MEF jugaba en pared con el consentimiento de Fujimori. Promovían un mercado sin ningún tipo de regulación (al margen de la Constitución) y sin ningún respeto por el consumidor. Lo mismo sucede en la actualidad con una gran diferencia: durante el fujimorato vivíamos técnicamente en una dictadura, hoy no. Es penoso que gracias a Ollanta Humala los poderes fácticos, aquellos que desde el poder económico o mediático deciden, se hayan impuesto en el proceso de conducción y toma de decisiones en el país. La debilidad de Ollanta Humala se ha puesto de manifiesto en la designación del último gabinete en que ninguna de sus propuestas ha sido tomada en cuenta.
Este es un gabinete que nace de espaldas al país. Tal vez la mejor manera de comprobarlo es que los pocos políticos o comentaristas que lo defienden son los mismos que siempre están del lado de poderosos intereses económicos.
Juan Sheput
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Que opina usted? Burocracia mediocre entorpece buena marcha del Estado, señala Jefe del Gabinete - 14/11/2011 11:15:00

El presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner Ghitis, señaló hoy que la burocracia ?mediocre?, existente en diversas instituciones públicas, es la que entorpece la buena marcha del Estado.
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