Producción de oro aumentó 2% en enero del 2015 2015-03-31 19:25:39
La producción de oro aumentó dos por ciento en enero del 2015 y la de la plata doce por ciento, informó el Ministerio de Energía y Minas (MEM).Producción de oro aumentó 2% en enero del 2015 2015-03-31 19:25:39
La producción de oro aumentó dos por ciento en enero del 2015 y la de la plata doce por ciento, informó el Ministerio de Energía y Minas (MEM).CADE y la Gran Transformación Empresarial 2012-12-10 17:36:00
En los últimos años hemos sido testigos en el Perú de cambios inesperados en el campo de las ideas y la gestión pública: un destacado político que creía en el intervencionismo estatal y la heterodoxia se volvió un adalid de la economía de mercado y la disciplina fiscal en su segundo gobierno; un enérgico militar que de candidato predicaba el nacionalismo y el proteccionismo comprendió, al llegar al poder, las ventajas de la globalización y la inversión extranjera; una luchadora social, conocida por su sensibilidad por las reivindicaciones populares, se convenció de que todo tiene un límite y que la ley y la autoridad municipal deben a veces imponerse por la fuerza.
Menos evidente es la transformación que se ha venido dando en el empresariado peruano. Probablemente porque, a diferencia de los ejemplos anteriores, no está personalizada en dos o tres grandes figuras. La transformación no abarca al conjunto de la actividad empresarial, pero sí es un movimiento muy amplio y al que se suman cada vez más empresarios y ejecutivos en el país. El cambio se da al menos en cuatro campos: la competencia, el Estado, la sociedad y la ética.
El primer cambio es el más conocido: a diferencia de otras economías de la región, la mayoría de empresarios peruanos adoptaron con entusiasmo la apuesta por la globalización y empujaron con determinación la suscripción de tratados de libre comercio. Aunque todavía no ha desaparecido, el mercantilismo fue derrotado. La gran mayoría de empresarios entiende hoy que la libre competencia es beneficiosa para el consumidor y para las propias empresas al orientarlas hacia la eficiencia y la innovación.
El segundo cambio llegó tarde al Perú pero se ha venido expandiendo a ritmo acelerado: la adopción de la responsabilidad social empresarial (RSE). Al inicio probablemente en respuesta a la resistencia de comunidades campesinas a algunos proyectos mineros o ante la amenaza de un cambio político radical, pero el hecho es que las iniciativas de responsabilidad social no se limitan ahora a algunas corporaciones mineras y financieras. Cada vez más empresas entienden que desarrollar una relación comprometida con el bienestar de sus trabajadores, el medio ambiente y la comunidad beneficia a la sociedad pero también a su reputación corporativa. Algunos ejemplos de este movimiento se aprecian en el portal de Responsabilidad Social de Perú 2021[i]
El tercer cambio todavía no es consensual pero se expresa crecientemente en la vanguardia empresarial: necesitamos fortalecer el Estado. El concepto todavía es rechazado por quienes sufrieron los abusos del estatismo en los setenta y los ochenta, pero los empresarios más modernos tienen claro que las empresas no pueden seguir avanzando con tranquilidad en el Perú si no avanza también el Estado peruano. Esta nueva mirada empresarial no quiere decir que los empresarios estén pidiendo que se creen nuevas empresas públicas. Lo que existe es una consciencia de que el Perú tiene enormes déficits en educación, seguridad, infraestructura, etc. y que se requiere fortalecer el Estado para que avance más rápido en cerrar esas brechas.
El reforzamiento del Estado pasa por el desarrollo de una carrera pública meritocrática y bien remunerada. En la encuesta efectuada por Ipsos en CADE 2012, los participantes señalaron que la generación de una administración pública moderna y profesional es la segunda meta más importante que debe tener el país para el 2021, sólo después de la disminución de la pobreza[ii]. Otra convicción empresarial en relación con el Estado es que hay un campo muy amplio de cooperación y que este debe potenciarse a través de asociaciones público-privadas, concesiones y sistemas de obras por impuestos.
El cuarto y último cambio es probablemente el más dificil: la convicción de que el empresario debe asumir un liderazgo en la lucha contra la corrupción. La agenda de CADE 2012 y la participación protagónica en la marcha por el día internacional contra la corrupción son expresiones de esa voluntad. El reto es grande, dada la extensión de esta mala práctica. Sin embargo, un dato alentador es que el 78% de los encuestados en CADE expresó sentirse “muy comprometido” a actuar con ética y rechazar la corrupción, la cifra más alta entre los compromisos planteados.
Ahora que CADE ha cumplido 50 años, en medio de algunas críticas, es oportuno reconocer que muchas de estas ideas –libre competencia, responsabilidad social, modernización del Estado y conducta ética– fueron promovidas desde ese influyente foro[iii].
[ii] Todos los resultados en: [www.ipsos-apoyo.com.pe]
[iii] Que organiza IPAE Acción Empresarial [www.ipae.pe]
Ollanta, Nadine y las encuestas 2012-09-25 13:17:00
La célebre carátula de Perú Económico con los rostros compartidos entre el presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia fue una espectacular síntesis gráfica de la percepción recogida en la Encuesta del Poder[i] sobre el altísimo grado de influencia de la primera dama sobre el primer mandatario y el gobierno. Al mismo tiempo, las limitaciones del Ejecutivo para sacar adelante proyectos controvertidos, atrapar terroristas o resolver huelgas demuestra que el problema real de poder que enfrenta el Presidente no está en la alcoba sino en las calles.
Si existe un indicador aproximado del poder de un gobernante, este es la aprobación de su gestión. Un presidente o alcalde con 60% o más de aprobación tiene una alta probabilidad de que sus iniciativas tengan una gran aceptación. Si, por el contrario, su aprobación bordea el 20% o menos, se dudará de su capacidad de gobernar y se hablará de paso al costado y hasta de vacancia. Cuando un gobernante se mueve alrededor del 40% de aprobación su estabilidad en el cargo no corre peligro pero la eficacia de su gestión corre el riesgo de ser muy limitada.
Alan García mantuvo casi todo su segundo gobierno con una aprobación de 25-35%. Mi impresión es que Ollanta Humala andará la mayor parte del tiempo en el rango de 30-45%. Cuando un gobernante tiene una popularidad moderada y una condición minoritaria en el Congreso requiere formar consensos y construir alianzas para sacar sus proyectos adelante, todo lo cual requiere talento político y empatía social. García derrochaba talento pero a veces lo traicionaba la soberbia. Humala está todavía en proceso de formación política pero tiene la ventaja de ser percibido como alguien más cercano al pueblo.
La probabilidad de que en algún momento la aprobación de Humala salte por encima del 45% depende que ocurra algo extraordinario como la captura de los líderes subversivos Quispe Palomino. Inversamente, para que la aprobación caiga por debajo del 30% tendría que producirse algún gran escándalo de corrupción o de pésima gestión, como ocurrió durante el segundo gobierno de García con los “petroaudios” y la masacre de Bagua. Pero cualquiera de estos incidentes puede ser temporal si se hace el debido “control de daños” separando a los responsables directos de los problemas.
Si Ollanta acepta que seguramente gobernará la mayor parte del tiempo entre 30 y 45% de aprobación, entonces lo primero que debería hacer es despreocuparse de este indicador. La evaluación global de su gestión y sus posibilidades electorales futuras dependerán de lo que pueda mostrar al final de su gobierno en indicadores como crecimiento del ingreso per cápita y disminución de la pobreza y en resultados tangibles, como grandes obras de infraestructura.
Nadine, por su parte, puede continuar registrando una aprobación elevada en la medida en que sepa mantenerse a su lado, conserve la sonrisa y no pretenda figurar en exceso. La población la mirará con simpatía mientras la vea cooperando. Empezará a desconfiar de ella cuando sienta que está en campaña electoral.
A su vez, si a Ollanta y Nadine les preocupa el futuro del Perú tanto como las elecciones venideras, deberían prestar también atención a desafíos de larga maduración como el desarrollo de una tecnocracia para mejorar la gestión pública; la elevación de la calidad educativa para elevar la capacidad de razonamiento matemático y verbal de los estudiantes; y la promoción de la innovación para que el Perú siga siendo competitivo.
El gobierno no es una sucesión de carreras de corta distancia sino una gran maratón. Las encuestas no dan resultados aislados sino que toman fotos periódicas de un proceso continuo. Ollanta, como buen aficionado al jogging, sabe que para ganar una carrera de larga distancia hay que mantener el ritmo y atropellar al final. En el gobierno es igual: no debe distraerse buscando aplausos pasajeros, tiene que gobernar con el horizonte puesto en todo su mandato y en el futuro del país.
[i] Encuesta de Ipsos APOYO entre 236 líderes de opinión para la revista Perú Económico. Ver [elpoderenelperu.com]
"Garc
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